El punto

Trabajos realizados por los alumnos de 1º ESO en 2013.

Nuria, 1º A

Alumnos de 1ºA

Este curso ha sido para muchos, un primer contacto,  razonado, con la creación plástica. Hemos repasado lo que ya sabíamos del color, lo que conocíamos de los elementos visuales para crear nuestro mensaje...estas presentaciones son un repaso de todo eso.

En primer lugar repasamos el elemento fundamental de todo lenguaje:

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Pero también el punto puede ser algo más; puede ser el início, el "punto de partida" de algo que no podemos imaginar...como nos muestra este lindo cuento.

 El punto.....

  ¿Qué es un punto?

¿Puntos luminosos?

¿Una encrucijada, una unión, un misterio por desvelar, 

un alto en el camino, un descanso, un vacío alrededor

del infinito mundo chiquito chiquito, como otro punto perdido en el cosmos, lleno a su vez de puntos...¿qué es...

Han pasado muchos días...y noches en las que los alumnos, mirando al cielo oscuro, se preguntaban donde estarían esos "universos" - puntos diminutos desde aquí- y que conocemos solo por sus nombres: Osa mayor, Estrella Polar, Orión, Pléyades...Vega, Altair, Casiopea...

Entonces el punto no era nada más que eso, un punto que no decía nada, que nunca había servido para otra cosa que no fuese separar frases, permitirnos tomar aliento en una lectura larga...y poco más.

Mirando hacia arriba descubrieron algo: magia y belleza están en todas partes, solo hay que mirar atentamente...entonces, silenciosamente ella, la belleza, sale a tu encuentro..

En Japón se celebra una fiesta que conmemora la unión de dos estrellas "Orihime" o Vega para nosotros y "Kengyu" o Altair.
En honor a esta unión, suelen lanzarse en la noche, poemas estrellas, poemas escritos sobre papel de arroz y que son lanzados al aire. También se acostumbra a escribir estos poemas en las manos de los recién nacidos con la creencia de que lo que se pida será dado en ese día por los dioses.

Repasando lo que vimos en clase acerca de las constelaciones...sabemos que 

Altair, las estrella de los vaqueros, y Vega, la estrella de las tejedoras. Altair es la estrella más brillante de la constelación del Águila; su nombre viene del árabe, que significa ‘águila volante’, se ubica a unos 17 años luz de la Tierra.

En cuanto a Vega, estrella de la constelación Lira y la más brillante del hemisferio norte; se encuentra a unos 26 años luz de la Tierra. Algunos estudios demuestran que Vega es la primera estrella cercana al Sol que podría desarrollar un sistema planetario semejante al nuestro. Entre ambas estrellas discurría según la leyenda japonesa, el Gran Río Celestial, es decir, la Vía Láctea (amanogawa), sobre la que las urracas forman un puente. Las estrellas protagonistas de esta leyenda junto a Deneb (en la constelación de Cisne) forman el llamado Triángulo Estival del Hemisferio Norte que veremos sobre todo en las noches de verano.


La leyenda en cuestión dice así:

"Un dios llamado Tenkou (Dios del cielo) poseía una hija preciosa, la princesa Orihime (princesa de los tejidos o Vega). Además de su belleza también destacaba por su cualidad de tejer magníficamente, por lo tanto se encargaba de confeccionar los vestidos de los dioses del cielo. De esta forma trabajaba todos los días incansablemente al lado de un río en el cielo llamado Amanogawa (río celestial, para nosotros conocido como Vía Láctea), con una tejedora mágica llamada Tanahata.Debido al exceso de tiempo que le demandaba su trabajo en su telar sin permitirse ni un solo descanso, su padre preocupado por su felicidad, buscó un hombre que pudiera cuidar de ella y hacerla feliz. Entonces le presentó a un joven cuidador de bueyes llamado Kengyu (Altair), el amor a primera vista los enamoró y terminaron casándose.  El profundo amor que se profesaba la pareja provocó que olvidasen sus tareas, de modo que los dioses se encontraron sin vestidos nuevos y los bueyes del joven se desperdigaron por el cielo suscitando destrozos. Por lo tanto Tenkou, el dios del cielo y padre de Orihime, se encolerizó frente a sus descuidos, y les condenó a separarse prohibiéndoles que se vieran. Para ello se encargó de colocarlos a cada uno en un extremo del Amanogawa.

"¿Y si mi estrella
también durmiese sola?
;Rio Celeste..." Kobayashi Issa  
"Sobre la mano
de un recién nacido...
;poema estrella" Kobayashi Issa

Kengyu y Orihime al verse apartados el uno del otro 
sufrieron una profunda tristeza y se sentían sin fuerzas para volver a trabajar. No obstante, Tenkou reflexionó sobre esta desdichada situación y se compadeció por ellos. Por ese motivo les concedió un favor: si trabajaban mucho durante todo el año les permitiría reunirse un solo día, el día 7 de julio.;Ante esta promesa Kengyu y Orihime trabajan con dedicación durante todo el año para volver a juntarse ese único día, el día de Tanabata. Para que se efectúe el encuentro se forma sobre la Vía Láctea un puente constituido por unas urracas a fin de permitir que los dos amantes puedan cruzar".

Es durante ese día (7 de Julio), cuando en Japón y China -de donde procede originalmente esta tradición-, se piden deseos;en forma de "poemaestrella" que se escriben en papel de arroz, cañas de bambú o sobre las manos de los bebés recién nacidos. Se cree que los amantes, tan ocupados en sí mismos y tan felices, concederán todo aquello que sea bueno para el humano mortal.



Hace ya tiempo en que hemos mirado el cielo en las noches, en que reflexionamos acerca del punto. Desde esos días, los alumnos han trabajado lo suyo para, a través de este elemento, diseñar unos trabajos elegidos muchas veces por ellos y en otras ocasiones, sugeridos en el aula.


A continuación presentamos algunos de estos trabajos: